El Jardín de atrás

¿Nunca habéis visto alguna escena muy tierna que os haya soltado un gran "Oooooo"? Cualquier cosa sirve, un bebé, un cachorrito... Son pequeñas escenas de la vida que de tan bonitas nos sacan una sonrrisa. Pues si no tenéis ni bebes ni cachorros a mano os aconsejaría que leyérais El jardín de atrás.

Autora: Inés D. Arriero

Colección: Círculo rojo - Novela

Páginas: 172

Editorial: Editorial Círculo rojo

Precio: 12,90 €

Sinopsis:


Daniel es un niño de nueve años que se ve obligado, por el trabajo de sus padres, a mudarse de casa. El miedo a empezar en un colegio nuevo, a hacer nuevos amigos y a tener que acostumbrarse a una nueva vida se disipa completamente cuando conoce a Nerea, una pequeñaja cuyo mayor tesoro es poseer una casita en un árbol. A pesar de que les separan tres años comenzarán una amistad pura y verdadera que entrelazará sus vidas para siempre.

Así empieza ‘El jardín de atrás’, una novela que realiza un recorrido a lo largo de los años, a través del cual el lector podrá sentir, zambullirse y emocionarse con el paso desde la infancia hasta la edad adulta de sus dos protagonistas.

El primer día de colegio de ambos, las vacaciones, sus amistades íntimas (Alicia y Alberto), los encuentros y desengaños amorosos y un sinfín de relatos cotidianos que llevarán a conocer profundamente cuáles son los sentimientos que experimentan Daniel y Nerea en cada etapa de sus vidas.



Hasta aquí la sinopsis.


Cómo decía al principio esta es una de esas historias que con mayúsculas puede llamarse BONITA. No es una historia de amor típica o artificial y el hecho de que sea tan tierna tampoco la convierte en empalagosa. Podremos ver como los protagonistas (y los amigos de los protagonistas, unos personajes secundarios que les terminas cogiendo mucho cariño) van creciendo y por lo tanto evolucionando como todos nosotros hemos hecho alguna vez. El gran paso de la infancia a la niñez y formándose como personas hasta la adolescencia.


También me quito el sombrero ante la autora, Inés D. Arriero. El libro es cortito por lo que lo lees muy deprisa y el tiempo abarcado es muy extenso, son nueve años (sin contar el epílogo). Aun así el paso del tiempo está muy bien llevado, no se hace eterno ni precipitado y ha sabido elegir los momentos precisos de sus vidas para plasmarlos con letras y palabras en la novela.


El único pero con el que me quedo de esta preciosa historia es que se me hizo corta. Entre el lapsus del final y el epílogo pasan unos diez años y a mi me hubiese gustado saber como les iba la vida a estos personajes que los llegas a querer como si fueran tus hijos durante ese tiempo, pero reconozco que eso  hubiese cortado un poco el ritmo, pero tenía que decirlo XD.


En definitiva, una obra para todos, pero que no se coja como lectura rápida (aunque se lee muy rápido) porque hay que saborear cada una de las etapas del libro y volver a recordar esa época en la que nosotros también fuimos niños y creer en que la media naranja existe.

-Gominas