martes, 29 de noviembre de 2011

¿Animales que predicen terremotos?

Hoy estuve viendo un reportaje sobre animales que predicen terremotos. Es un hecho constatado alrededor del mundo pero que sin embargo no se usa como prueba específica ni oficial a pesar de los buenos resultados ya que se considera demasiado aleatorio el comportamiento y movimientos de un animal como para fiarse en exceso... Pero investigadores chinos y japoneses intentan crear las situaciones adecuadas para intentar saber cómo funciona esa habilidad zoológica.
Los más usados son los hámsters, los periquitos y los peces gato.
 En cuánto a los hámsters se denota un cambio repentino: se rascan mucho el hocico, se esconden entre el serrín de sus jaulas, no paran de moverse alterados de un lado a otro intentando huir... ¡¡e incluso pasan de ser de actividad nocturna a diurna!!
Con los periquitos sucede algo parecido: revolotean por todas partes, intentan huir, están mucho más agitados, etc.
Y los peces gatos realizan movimientos compulsivos, como si tuvieran convulsiones... Además en Japón existe la leyenda tradicional de Namazú: un pez gato gigante sobre el que descansaba el país pero que al enfurismarse se movía eclépticamente provocando en Japón los terremotos. Después un dios antropomordo lo venció y donde míticamente yacen sus restos acuden a menudo nipones a realizar plegarias y a pedir a Namazú que evite los terremotos.
[Pez Gato Namazu, dios de los terremotos.]

La explicación científica de qué sucede en el mundo animal, aunque no sabemos como lo percatan o porqué les afecta tanto, es que perciben en el aire una densidad de iones superior a la habitual, y es que cuando hay terremotos, el aire se carga electromagnéticamente siempre con antelación.
Como quedan muchas respuestas por resolver, este método de predicción no puede usarse con un 100% de seguridad, aunque, en el terremoto de Kobe (hacia el sur de Osaka) en 1995 y que acabó con la vida de unas 4.000 personas se observó lo siguiente: los periquitos cambiaron drásticamente de comportamiento el mismo día del terremoto (17 de enero), un día antes (el 16) ¡y además el día 9!, por lo que se podrían haber realizado operaciones de evacuación.
De hecho, se hacen experimentos con baterías conectadas a recipientes que producen la mayor densidad de iones a escala muy pequeña y efectivamente los animales reproducen esos comportamientos previos al terremoto.
¡Así que ya sabéis! si vivis en zonas con gran actividad sísmica (¡un saludo a los chilenos!), como recomiendan a sus amigos esos investigadores, ¡¡prestad atención a vuestras mascotas o a las del vecino!!

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